Se cumplen cien días de la administración del presidente demócrata Joe Biden y hacemos un repaso de las políticas migratorias que llevó adelante su gobierno hasta la fecha.
El presidente Biden comenzó su mandato con la promesa de transformar las políticas migratorias de Estados Unidos y reparar el daño hecho por la administración anterior a miles de familias migrantes. Además, como parte de una reforma migratoria integral, propuso expandir los criterios de inmigración legal y legalizar a los millones de migrantes indocumentados que viven hoy en el país.
Entre otros cambios, durante sus primeros cien días Biden detuvo la construcción del muro fronterizo con México y acabó con varias políticas migratorias implementadas por la administración Trump. Durante los últimos años de su mandato, Donald Trump limitó enormemente las vías de inmigración legal al país, afectando incluso negativamente la supervivencia de muchas compañías estadounidenses que dependen de la mano de obra extranjera.
Aún así, por el momento Biden ha mantenido muchos de los cambios restrictivos que impuso la administración anterior, como un límite históricamente bajo para los refugiados que son aceptados en el país y restricciones a los pedidos de asilo en la frontera sur. En este artículo repasamos cuáles fueron algunas de las principales medidas en materia de políticas migratorias tomadas por su gobierno:
Nuevas políticas migratorias en Estados Unidos: vías legales y reparaciones para las familias migrantes
Programa “Permanecer en México”:
Este programa de la era Trump requería que hasta 70,000 solicitantes de asilo tuvieran que esperar el dictamen correspondiente fuera del territorio de los Estados Unidos. Al comienzo de su mandato, Biden anuló su aplicación y se admitió el ingreso al país a más de 8,000 solicitantes inscriptos en el programa mientras esperan la resolución de sus pedidos de asilo.
Protección de la Nación contra la Entrada de Terroristas Extranjeros en Estados Unidos:
La Orden Ejecutiva 13769, firmada por Donald Trump durante su mandato, prohibía el ingreso a los Estados Unidos de migrantes legales de 13 países de mayoría musulmana entre los que se encontraban Libia, Irán, Irak, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Al poco de prestar juramento, el presidente Biden revocó estas prohibiciones, restaurando la posibilidad de viajar o migrar desde estos países al territorio estadounidense.
Visas de inmigrante:
En febrero, Biden anuló los límites a la emisión de visas para inmigrantes establecidos por el gobierno anterior durante la pandemia.
Visas de trabajo:
Recientemente se aumentó el número de visas H2B (o visas temporales de trabajo) que se otorgan anualmente en 22,000, reservando un total de 6,000 para trabajadores originarios de países centroamericanos. Actualmente, el límite está establecido por el Congreso en un máximo de 66,000 visas temporales, pero tanto el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) como el Departamento del Trabajo (DOL) tienen margen para modificar este número.
Estas visas normalmente se otorgan para trabajos de tipo no agrícola principalmente en el sector servicios, y muchas compañías dependen de los migrantes temporales para cubrir sus puestos de trabajo durante la temporada de verano. A pesar de esto, parte del sector hotelero se opuso, manteniendo que el sistema está desregulado y perjudica tanto a los migrantes como a los trabajadores norteamericanos.
Estatus de Protección Temporal:
Como parte del cumplimiento de una de las promesas de campaña de la administración Biden, el Secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, extendió los beneficios del Estatus de Protección Temporal (TPS) a 300,000 migrantes venezolanos en los Estados Unidos. Además, se ha extendido este estatus a algunos migrantes sirios y birmanos en el país.
Sin embargo, aún no se ha comunicado si se revertirá la medida tomada por la administración Trump que revocó la protección del TPS para 300,000 migrantes originarios de El Salvador, Nicaragua, Haití, Honduras, Sudán y Nepal.
Niños separados de sus padres:
La inhumana política de separación de padres e hijos que se llevó adelante en la frontera de forma sistemática durante la administración Trump afectó terriblemente a cientos de familias migrantes. Como parte de una serie de acciones reparatorias para con las familias y niños afectados, se creó un grupo de trabajo especial para ubicar y reunir a los padres e hijos separados en la frontera estadounidense luego de ser detenidos por la patrulla fronteriza.
Hasta el momento sabemos que se logró contactar a 166 familiares de niños que fueron separados de sus padres, pero aún no hay fechas para la reunificación efectiva de las familias. Se espera un reporte inicial de los resultados de la investigación para el 2 de junio.
Regla de Carga Pública:
Hace un mes, la administración Biden lograba, mediante un fallo judicial, revocar en la práctica las modificaciones a la ley hechas por el gobierno de Donald Trump. Según esta regla, los migrantes que recurrieran a cualquier forma de asistencia pública podían quedar descalificados para convertirse en residentes permanentes.
Deportaciones y políticas migratorias heredadas: ¿habrá cambios a futuro?
Deportaciones bajo el “Título 42”:
A pesar de los muchos cambios favorables en materia de políticas migratorias, la administración Biden ha continuado recurriendo a una directiva de salud pública llamada Título 42 para realizar deportaciones de miles de migrantes sin darles oportunidad de solicitar asilo.
Aunque se ha puesto especial foco en no deportar a los niños migrantes no acompañados de sus padres, los agentes fronterizos continúan expulsando a la gran mayoría de los adultos y solicitantes de asilo que llegan a la frontera, incluyendo las familias con niños.
ICE:
Las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han estado en la mira de muchas organizaciones humanitarias y progresistas, que denunciaron en numerosas ocasiones las brutalidades cometidas por los agentes de ICE contra los migrantes y sus familias.
La administración Biden ha reducido el número de arrestos que efectúa el ICE, pero aún se esperan mayores reformas al interior de la agencia. Una de las primeras medidas tomadas en esta dirección fue la anulación de una orden emitida por el ex-presidente Donald Trump que dejaba a la mayoría de los migrantes indocumentados vulnerables a ser arrestados por ICE.
Actualmente, ICE trabaja con pautas que priorizan los arrestos de migrantes que se considera que pueden representar una amenaza para la seguridad nacional, aquellos que tienen una condena criminal y los que cruzaron la frontera recientemente. Otra promesa de campaña de Biden que aún no ha sido cumplida del todo en este área es la de poner fin a la detención de migrantes con fines de lucro, mediante la terminación de contratos millonarios con prisiones privadas.
Sin embargo, afortunadamente ICE anunció que por el momento no continuará con la detención a largo plazo de familias migrantes, reconvirtiendo varios centros de detención familiar en centros de procesamiento rápido y comenzando a utilizar hoteles para alojar temporalmente a las familias que esperan un procesamiento.
DACA:
Como parte de las políticas migratorias de expansión de las vías legales de ingreso al país, se recuperó el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), una iniciativa de la era Obama que protege a aquellos migrantes indocumentados que llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños y que cuentan con cierto nivel educativo, en particular a los denominados dreamers. Aunque el programa fue impugnado por el gobierno de Donald Trump, el DHS está intentando salvaguardar su aplicación a través de vías judiciales.
Las políticas migratorias en la región: nuevas alianzas con el Triángulo Norte
La administración Biden dejó en claro que su objetivo es atacar directamente las causas de la migración, y como parte de esta política se han realizado numerosos encuentros con las autoridades de los países centroamericanos, y en particular con el llamado Triángulo Norte (Guatemala, México y El Salvador).
Recientemente, se acordaron operativos de vigilancia y reforzamiento fronterizo con varios de estos países y se asignaron sumas millonarias para la ayuda humanitaria. Además, se anularon los acuerdos y políticas migratorias de la era Trump que permitían a los agentes fronterizos denegar el otorgamiento de asilo a los migrantes provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Además, se han dirigido los esfuerzos de las agencias fronterizas para luchar contra las organizaciones criminales que operan en las fronteras, principalmente aquellas que trafican personas de forma ilegal, conocidos como coyotes.
¿Qué queda por delante?
Aún no hemos visto materializarse las promesas de una reforma migratoria integral, pero se han revertido muchas de las políticas migratorias de la administración anterior que más daño causaron a las familias migrantes. Durante este tiempo, hemos visto un número récord de llegada de migrantes (y entre ellos, menores no acompañados) a la frontera sur, en lo que se ha calificado como una verdadera crisis migratoria.
Esta crisis ha sido aprovechada por republicanos y opositores, que ven un punto débil en las políticas migratorias de la administración Biden. Sin embargo, aunque el Partido Republicano ha prometido un plan de reforma migratoria propio, este aún no se ha terminado de redactar. Mientras tanto, se han bloqueado con éxito algunas de las resoluciones presidenciales, como el congelamiento de todas las órdenes de deportación por 100 días.
La propuesta de reforma migratoria enfrenta aún una difícil batalla en el Congreso, donde los votos demócratas no llegan a conformar mayoría suficiente en ambas cámaras. Si bien algunos proyectos han recibido apoyo por parte de los republicanos en la cámara baja, aún no se sabe si serán aprobados en el Senado.
En Todo Inmigración creemos que es absolutamente necesaria una reforma integral de las políticas migratorias de los Estados Unidos y esperamos que las medidas prometidas por la administración Biden sean aprobadas por el Congreso para acabar con el desastre humanitario que ocurre año a año en nuestra frontera.
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