Para evitar el hacinamiento en el Valle del Río Grande trasladan a familias migrantes
El lunes comenzaron los vuelos desde el Valle del Río Grande a El Paso y Laredo. Las razones para trasladar a estas familias tienen que ver con el incesable crecimiento del flujo migratorio en la frontera. Las unidades familiares son sometidas a un pre-chequeo médico, aunque no realizan tests de Covid-19 antes de ser transportados.
Cientos de familias migrantes están siendo trasladadas desde el sur de Texas a El Paso y Laredo por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para dar alivio al hacinamiento y prevenir contagios en las instalaciones del Valle del Río Grande, donde se registra la mayor cantidad de ingresos.
Los vuelos comenzaron a partir el lunes y trasladan únicamente a unidades familiares. Antes de volar, las familias deben realizar un chequeo médico en el Valle del Río Grande. Las pruebas no incluyen test de Covid-19, aunque hasta el momento no ha habido ningún migrante con síntomas.
¿Cómo es el procedimiento de traslado de las familias migrantes?
En Valle del Río Grande, las familias migrantes deberán pasar un chequeo médico, para luego ser transferidos con aviones de ICE Air hasta El Paso, donde deben pasar nuevamente por un chequeo, registran sus datos para posteriormente ser procesados en El Paso Processing Center.
Los liberan en coordinación con ONGs locales para que los reciban y provean albergue para las familias migrantes, ya que no quieren que haya gente abandonada en las calles.
Funcionarios del condado y defensores de los migrantes en El Paso comunicaron el lunes que se espera que lleguen hasta dos vuelos diarios, cada uno con hasta 135 migrantes. El lunes se estima que fueron trasladados 270 migrantes, según informó The Dallas Morning News.
“El Paso está listo”, expresó el juez del condado Ricardo Samaniego, y señaló que los defensores de los migrantes locales se han estado preparando para un número creciente de migrantes desde noviembre pasado.
El fundador y director ejecutivo del refugio Annunciation House para migrantes recién llegados, Rubén García, afirmó que se espera principalmente la llegada de unidades familiares del Triángulo Norte de América Central.
García afirmó que, basándose en una experiencia similar de 2014, las familias migrantes probablemente se quedarán entre 48 y 72 horas antes de poder finalmente reunirse con familiares u otros anfitriones mientras esperan las fechas de la corte de inmigración.
“Esta es una crisis para nuestras comunidades locales. Las organizaciones sin fines de lucro y los Gobiernos locales, que ya están luchando contra la pandemia, necesitan pruebas de Covid-19, alimentos y vivienda para estos migrantes. Es fundamental que les proporcionemos recursos de emergencia para que puedan apoyar adecuadamente a estos niños y familias migrantes».
Declaró el representante Henry Cuellar, demócrata por Laredo.
En febrero, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) detuvieron a casi 100,000 migrantes en la frontera suroeste. La última vez que se superó la cifra de 90,000 había sido entre marzo y junio de 2019, un año récord en las detenciones de migrantes durante la Administración Trump.
La gestión del aumento de los migrantes en la frontera es un gran desafío para la Administración Biden como así también para el Estado de Texas. Durante el fin de semana, el gobernador, Greg Abbott, declaró que el Departamento de Seguridad Pública de Texas y la Guardia Nacional de Texas trabajarán juntos bajo la Operación Estrella Solitaria en la frontera, que apunta a desplegar más recursos para patrullar la región.
Por el momento, ICE sostiene que no pondrá fin a las detenciones de familias migrantes y que los centros de detención no serán cerrados.
Aguardamos más novedades acerca de esta medida y esperamos que resulte beneficiosa para las familias migrantes que buscan asilo en los Estados Unidos.
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