Te contamos cuánto te puede cobrar un abogado de inmigración en Estados Unidos, qué hacer si no puedes pagarlo y cómo hacer para manejar por ti mismo tu caso
Contar con un buen abogado de inmigración será fundamental si quieres resolver rápido tu caso migratorio en los Estados Unidos y a la vez asegurarse de que todo se haga de la manera correcta. Pero como muchas cosas en esta vida, eso tiene un precio.
Por supuesto que hay otras opciones y no siempre es necesario contratar a un abogado. Si no tienes antecedentes, no tienes familia y sólo debes resolver un caso sencillo, como aplicar a algún beneficio o protección migratoria, es posible que puedas resolverlo por ti mismo. Pero debes estar muy atento porque ante el menor error todo puede volverse muy engorroso.
A la hora de contratar un abogado el precio es algo que todos tenemos en consideración. A pesar de que la mayoría de los abogados de inmigración tienen tarifas fijas para los distintos casos, estas pueden variar según el profesional elegido. Por eso lo mejor es estar informado y comparar distintas opciones sopesando experiencia, confiabilidad y valor.
¿Cuánto me costará un abogado de inmigración?
Saber cuánto costará un abogado de inmigración es una pregunta que muchos nos hacemos antes de decidirnos a contratar sus servicios. Sucede que los abogados de inmigración cobran diferentes tarifas por diferentes servicios, a menudo según la complejidad del caso. La cantidad que pagarás puede oscilar entre varios cientos y varios miles de dólares, según la situación y la experiencia del profesional.
Afortunadamente, muchos abogados de inmigración cobran honorarios fijos por los servicios, de modo que estarás al tanto del costo desde el comienzo y puedes comparar los honorarios de diferentes abogados. Por supuesto, lo importante será pedirle a cada abogado que enumere cuidadosamente qué servicios se incluirán antes de aceptar sus servicios.
Además, es importante recordar que los honorarios de los abogados no incluyen los costos relacionados a la resolución del caso como los costos de las solicitudes del gobierno, fotografías, exámenes médicos, gastos de viaje, etcétera.
¿Es posible manejar mi propio caso de inmigración y así ahorrar dinero?
Sí, claro que es posible. En concreto, no hay nada que le impida a las personas investigar la ley y el procedimiento de inmigración por su cuenta, tratar de completar algunos de los formularios y reunir los documentos necesarios. Sin embargo, a medida que lo vaya haciendo se irá dando cuenta del enredo en el que puede estar metiéndose.
Muchas personas (incluso los abogados estadounidenses que se especializan en otras áreas legales) se apresuran a ir a la oficina de un abogado o abogada de inmigración simplemente porque el dolor de cabeza de lidiar con todos los formularios y procedimientos hace que valga la pena pagarle a un experto. Esto es aún más cierto si el inglés no es el primer idioma del solicitante.
Sí, las personas con casos sencillos y la capacidad y paciencia para leer detenidamente y prestar atención a los detalles pueden superar con éxito muchos de los procesos de solicitud de inmigración por su cuenta. Pero siempre es recomendable estar alerta a cualquier señal que indique complejidades en tu caso para poder pedir ayuda a tiempo a un profesional.
¿Qué pasa si no puedo pagar un abogado de inmigración?
Desafortunadamente, el gobierno no proporciona abogados gratuitos en casos de inmigración. Por eso, por lo general debe contratar a su propio abogado o representarse a sí mismo. Ciertas personas pueden calificar para recibir ayuda de una organización sin fines de lucro acreditada por una pequeña tarifa o incluso sin cargo.
En algunas áreas incluso puede haber referencias disponibles para un abogado pro bono (gratis). Para obtener más información sobre tarifas bajas o ayuda pro bono, visita el Programa Pro Bono del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
¿Se necesita un abogado o abogada de inmigración para todos las solicitudes?
Si bien los requisitos básicos de muchas solicitudes parecen sencillos, determinar si una persona realmente califica puede ser mucho más complejo. Por ejemplo, viajar fuera de los Estados Unidos puede resultar en la denegación de la solicitud, al igual que un solo delito menor. Además, en muchos casos, como las solicitudes para el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) no será posible apelar la decisión si la misma es negativa.
Por eso, para asegurarse una mayor tasa de éxito o ahorrarse tiempo e ilusiones, recomendamos fuertemente consultar con un abogado de inmigración antes de presentar sus solicitudes. Muchos profesionales tienen tarifas accesibles o incluso gratuitas para la primera consulta. Pero eso sí, debe ir con un profesional serio y recomendado para evitar caer en manos de alguien que quiera cobrarle por algo que no vale la pena.
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