Preocupación por la gran afluencia de migrantes en la frontera y las malas condiciones sanitarias
Las diferentes órdenes ejecutivas vinculadas a la reforma migratoria emitidas por el presidente Biden, junto con su mensaje de acogida a los migrantes han generado nuevos desafíos en la frontera con México, donde ha habido un importante aumento de familias y niños centroamericanos que desean ingresar a los Estados Unidos.
Desde diciembre, la Patrulla Fronteriza realizó alrededor de 73,000 detenciones, casi el doble de las 40,000 reportada en julio del 2020. Este sábado en Brownsvville, Texas, han sido liberados más migrantes, mientras que otros han sido deportados. Reportó Edgar Muñoz a Telemundo.
Ha habido también un aumento en el número de niños cruzando sin acompañantes: de 1,530 en octubre a 3,364 en diciembre, según datos de la Oficina de Reubicación de Refugiados. Este cambio significa un aumento del 120%
En los últimos días, las autoridades estadounidenses han visto el regreso de grandes grupos de padres y niños que cruzan la frontera en la oscuridad, una repetición de escenas que ocurrieron durante la afluencia récord de familias que llegaron en 2018 y 2019, abrumando los refugios para migrantes y las estaciones de la Patrulla Fronteriza.
A finales del mes pasado y bajo las medidas de emergencia de salud implementadas en marzo, las autoridades mexicanas en algunas áreas de la frontera dejaron de recibir a las familias obligadas a retornar a su país natal por las fuerzas de seguridad de Estados Unidos
La situación en la frontera es actualmente muy problemática. La capacidad de EE. UU. para albergar a adultos y niños ha sido reducida por la pandemia y a esto se suma el cierre temporal de la instalación más grande de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas, la Oficina de Aduanas, la Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ha comenzado a dejar a las familias en estaciones de autobuses y refugios la semana pasada.
El área de Rio Grande ha sido una de las más afectadas por la pandemia de coronavirus, con más de 100.000 casos, lo que genera preocupación en ciudades y pueblos preocupados por una creciente afluencia de personas y brotes dentro de los refugios. Los funcionarios de CBP no examinan a los migrantes para detectar el coronavirus, pero Texas envió la semana pasada kits adicionales a las comunidades fronterizas.
Un grupo de 166 adultos y niños llegó al Valle del Río Grande el jueves por la noche, seguido menos de una hora después por un grupo de 87, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos. Desde entonces, grupos adicionales de más de 100 han sido detenidos en la misma área, según un funcionario de la CBP.
Las autoridades han anunciado un aumento repentino de personas liberadas por la CBP que necesitan cuidado
Los funcionarios de Seguridad Nacional no han dicho cuántos adultos y niños han liberado desde que México dejó de aceptar algunos grupos familiares. Han descrito que las liberaciones se limitan principalmente al Valle del Río Grande en el sur de Texas, pero los operadores de refugios en las áreas de Laredo y Del Río, así como en San Diego, han informado de un aumento repentino en la cantidad de personas liberadas por la CBP que necesitan cuidado.
«En algunos casos, ciertas unidades familiares en una pequeña fracción de la frontera no han podido ser devueltas a su último punto de origen», dijo Matt Leas, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, en un comunicado. «Como siempre lo ha hecho el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, ajusta los recursos según sea necesario para satisfacer la demanda en la frontera y examina periódicamente a las personas en busca de signos de problemas de salud, incluido el COVID-19. Cualquier persona que muestre signos de enfermedad recibe los tratamientos correspondientes, agregó»
La CBP generalmente libera a las familias porque los tribunales estadounidenses han dictaminado que los migrantes menores de edad no pueden ser detenidos en cárceles de inmigración para adultos. Los padres que llegan con niños generalmente reciben una orden para comparecer ante el tribunal y dejarlos en el interior de los Estados Unidos.
Las políticas migrantes en la frontera durante la era Trump
La administración Trump trató de disuadir a las familias de migrar a los Estados Unidos con sus repudiables políticas de represión en 2018, que separó a más de 3.000 niños de sus madres y padres, hasta que fue detenido por la crítica pública.
Los cruces fronterizos se dispararon desde entonces, hasta que Trump utilizó amenazas arancelarias para obligar a México a ayudar a Estados Unidos a hacer cumplir las reglas fronterizas. México comenzó a aceptar familias centroamericanas enviadas de regreso por las autoridades estadounidenses a esperar fuera del territorio estadounidense mientras sus reclamos humanitarios eran procesados por los tribunales estadounidenses.
Ese programa, conocido como los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), dejó a miles de familias viviendo en miserables campamentos de tiendas a lo largo del Río Grande. Los Protocolos de Protección al Migrante están siendo suspendidos por Biden en la actualidad.
En marzo, la administración Trump recurrió a una herramienta de aplicación diferente, conocida como Título 42, que permitió a los agentes estadounidenses «expulsar» rápidamente a los que cruzaban la frontera. Pero después de que Biden asumió como presidente, México comenzó a rechazar el regreso de algunas familias, citando una nueva ley que entró en vigencia el mes pasado que requiere que los niños vayan a refugios apropiados para las familias.
Lamentamos que cientos de personas se encuentren atravesando esta situación en la frontera. Esperamos que las autoridades puedan tomar las medidas de cuidado adecuadas para acompañarlos en estos momentos difíciles.
¿Qué crees que las autoridades podrían hacer para mejorar esta situación?
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