México, Guatemala y Honduras reforzarían sus fronteras.
Apremiadas por la crisis migratoria en la frontera sur, las negociaciones que la administración Biden llevó a cabo durante estas semanas con los países centroamericanos rindieron sus frutos y se acordó reforzar las fronteras para contener la migración en sus orígenes.
De este modo se espera contener y proteger a las miles de familias de migrantes que abandonan sus países de origen para emprender un riesgoso viaje hasta la frontera sur de los Estados Unidos.
«Hemos cerrado pactos para que pongan más tropas en sus fronteras. México, Honduras y Guatemala han acordado hacer esto. Eso no solo evitará que los traficantes, los contrabandistas y los cárteles se aprovechen de los niños, sino que estarán más protegidos».
Afirmó Tyler Moran, asesor presidencial sobre migración.
Una crisis migratoria sin precedentes
Desde marzo de este año, la frontera sur del país enfrenta récords históricos con el arribo de más de 172,000 migrantes indocumentados, un aumento del 71% respecto a las cifras de febrero.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la gran mayoría fueron detenidos al intentar cruzar irregularmente, mientras que un número menor llegó hasta las garitas de ingreso. Del total de migrantes detenidos por la CBP, 101,897 fueron expulsados bajo el Título 42.
También se ha incrementado considerablemente la migración de unidades familiares, según las estadísticas de la Casa Blanca, compuestas usualmente por uno o dos padres que emprenden el camino a la frontera acompañados de un hijo. De acuerdo a los números publicados, hasta 52,900 personas que formaban parte de una unidad familiar fueron detenidas en la frontera en marzo.
¿Fronteras militarizadas como respuesta a la crisis migratoria?
Como respuesta a esta crisis migratoria sin precedentes, la administración Biden decidió apuntar sus esfuerzos a los países de origen de la mayor parte de los migrantes. Moran explicó la mirada de la actual administración señalando que solo enfocarse en la frontera sur sería perder de vista las razones por las cuales las personas migran hacia nuestro país.
La vicepresidenta Kamala Harris se comunicó personalmente la semana pasada con Andrés Manuel López Obrador, acordando mantener el trabajo conjunto para, en sus palabras, “contrarrestar el contrabando humano y la trata de personas”.
Como parte de esta campaña de la Casa Blanca para contener la crisis migratoria en México y el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), se destinaron grandes sumas a la ayuda humanitaria en estos países, que tienen altísimos niveles de pobreza e inseguridad.
Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que el gobierno de López Obrador en México ya dispuso alrededor de 10,000 uniformados en su frontera, mientras que Guatemala ha destinado 1,500 policías y personal militar a su frontera sur, y Honduras ha movilizado 7,000 policías y militares a su propia frontera para dispersar a los enormes contingentes de migrantes.
Según Psaki, el reforzamiento de la frontera en México ya ha dado sus frutos, duplicando el número de arrestos diarios en la zona. Entre otros operativos exitosos, la semana pasada, funcionarios del Instituto de Migración rescataron a 136 personas de una casa segura en Tlaxcala, centro de México, entre las que había al menos 19 menores solos y 68 integrantes de unidades familiares.
En Todo Inmigración creemos que es sumamente importante atacar las raíces de la crisis migratoria – condiciones inhumanas de pobreza e inseguridad – pero nos preocupa la movilización extraordinaria de fuerzas de seguridad de estos países, que ya han sido acusadas en numerosas ocasiones de usar excesiva violencia contra los migrantes, así como de someterlos a situaciones de extorsión o robos.
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