El gobierno demócrata reanudó recientemente la deportación masiva de migrantes centroamericanos bajo justificaciones sanitarias, y enfrenta cada vez más críticas de parte de sus aliados.
Un asesor legal de alto nivel en el Departamento de Estado declaró que considera que la deportación masiva de migrantes haitianos por parte del gobierno que tuvo lugar en las últimas semanas es un acto ilegal y un uso cuestionable de una ley de salud pública. Harold Koh, un veterano de la administración Obama, quien se retira del servicio público para asumir como profesor en la Universidad de Oxford, escribió sus críticas a la administración en una carta a los líderes del Departamento de Estado.
La carta, que se hizo pública el 2 de octubre, refleja una inquietud generalizada en el Departamento de Estado por la deportación masiva de migrantes haitianos y centroamericanos en la frontera sur. Estas caravanas de migrantes llegaron al país en busca de asilo y refugio, escapando en muchos casos de una inestable y peligrosa situación política en su país, que atraviesa un contexto de golpe de estado y un reciente terremoto.
Pero en vez de que se procesaran sus solicitudes de asilo o se evaluaran los casos de mayor vulnerabilidad (algo que la administración prometió hacer pero que mayormente quedó a cargo de la presión de grupos de activistas pro-inmigración), los migrantes fueron subidos sumariamente a aviones y forzados a regresar al país del que habían escapado.
Descontento entre funcionarios por la deportación masiva de migrantes haitianos
Según fuentes internas del Departamento de Estado, la visión de Koh está muy extendida dentro del departamento, y hay mucho descontento entre los funcionarios. Hace menos de dos semanas, el enviado especial de Estados Unidos para Haití, Daniel Foote, renunció por este mismo motivo y envió una carta de renuncia criticando a la administración por su deportación masiva de migrantes que llamó «inhumana». Foote también agregó que en este momento Haití era un lugar altamente peligroso con un “estado colapsado” que no está en condiciones de responder a las necesidades de su población.
Joe Biden ha continuado utilizando un mecanismo introducido por Donald Trump que permite la deportación masiva de migrantes, en su mayoría originarios de Haití, en virtud del Título 42 de la Ley de Servicios y Salud Pública de 1944. Esta pieza de legislación previamente desconocida fue utilizada para postular la pandemia de coronavirus como una razón para no proporcionar el debida proceso a los solicitantes de asilo de Haití y Centroamérica.
«Escribo primero, porque creo que la implementación actual de la autoridad del Título 42 por parte de esta administración continúa violando nuestra obligación legal de no expulsar o devolver … a las personas que temen persecución, muerte o tortura, especialmente los migrantes que huyen de Haití».
Escribió Koh en su carta, publicada en Politico.
Koh señaló que el caos en Haití había llevado a la administración a extender el estatus de protección temporal a los haitianos que ya se encuentran en Estados Unidos. Por lo tanto, argumentó, no había motivos para expulsar a los recién llegados y llevarlos directamente a una situación potencialmente mortal.
Una decisión incómoda: el gobierno defiende la deportación masiva de migrantes bajo el Título 42
El Departamento de Estado sostuvo que la decisión de usar el Título 42 estaba en manos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia federal de salud. Además, insistió en que el Título 42 es una orden de salud pública, no de inmigración, y que la autoridad para mantenerlo recae enteramente en el CDC.
“El CDC ha determinado que la expulsión de ciertas personas bajo el Título 42 es necesaria debido a los riesgos de transmisión y propagación de COVID-19 en entornos de alta concentración de personas, como las estaciones de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, así como debido a la amenaza aún latente de variantes emergentes.”
Declaró un alto funcionario del Departamento de Estado.
Sin embargo, cuando el uso del Título 42 fue utilizado por primera vez por la administración Trump, los propios expertos médicos de los CDC se opusieron a él y el entonces vicepresidente, Mike Pence, obligó a la agencia a torcer su postura. Olivia Troye, una ex asistente de Pence, renunció en protesta y dijo que la política fue escrita por Stephen Miller, un asesor de Trump que lideró la campaña anti-inmigración de esa administración.
«Me parece que hay una manera relativamente sencilla de abordarlo si alguien representa un riesgo para la salud pública a su llegada a los Estados Unidos. Pueden ser puestos en cuarentena, pueden recibir tratamiento médico. No significa que necesiten ser deportados”.
Dijo Michael Posner, ex Subsecretario de Estado para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo.
En Todo Inmigración repudiamos la aplicación de esta ley tendenciosa que se basa en justificaciones sanitarias para aplicar políticas migratorias restrictivas y, en la práctica, realizar deportaciones masivas de migrantes con bajo costo político. Confiamos en que las voces de los defensores de los inmigrantes, dentro y fuera de gobierno, continuarán alzándose para combatir esta injusticia.
Comentarios