Escasas vacunaciones y un reciente aumento en la población de los centros de detención de inmigración hacen temer que los casos de COVID 19 se salgan de control.
Recientemente, se reportó un preocupante aumento de los casos de COVID 19 en los centros de detención de inmigración en los Estados Unidos. El número de migrantes detenidos en estos centros se ha duplicado en los meses recientes debido a números récord de arrestos en la frontera. Entre abril y julio, el número de detenidos pasó de 14,000 migrantes a 26,000.
Se han reportado más de 7,500 nuevos casos de COVID 19 en varios centros de detención de inmigración en este mismo período, un 40% de los casos totales reportados en instalaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) desde el comienzo de la pandemia.
El peligroso aumento de los casos de COVID 19 en el sistema penitenciario y en los centros de detención de inmigración
Las prisiones y centros de detención en el país fueron espacios críticos para la propagación del virus desde el comienzo de la pandemia. Cerca de uno de cada tres detenidos dan positivo de COVID 19 en los testeos en instalaciones federales y estatales. En estas condiciones, la propagación fue más rápida y letal que en otras poblaciones, debido a las condiciones de hacinamiento y otros factores de baja salubridad.
En Mayo, según la información publicada por ICE, solo un 20% de los migrantes detenidos recibieron alguna dosis de la vacuna mientras estuvieron en custodia. El Dr. Carlos Franco-Paredes, un profesor asociado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, hizo una inspección de los centros de detención de inmigración durante la pandemia y señaló los factores más preocupantes. Entre otras cosas, los contagios de COVID 19 se potenciaron debido a la falta de precauciones sanitarias adecuadas, el traspaso de migrantes entre diferentes centros de detención y falta de testeos.
Pocas medidas de contención y escasez de vacunas
La vocera de ICE, Paige Hughes, declaró que todos los nuevos detenidos estaban siendo testeados y mantenidos en cuarentena durante 14 días luego de su llegada. También agregó que se dispuso profesional médico en las instalaciones para ocuparse de limitar el riesgo de transmisión mediante testeos inmediatos e identificación activa de casos.
Según funcionarios de ICE, la política de la agencia es dejar la decisión acerca de la vacunación de los migrantes detenidos a los funcionarios estatales y locales. Algunos de los peores brotes en las instalaciones de ICE se han producido en estados donde las tasas de vacunación están muy por debajo del promedio nacional.
La alarmante propagación de nuevas variantes de COVID 19 dentro de los centros de detención de inmigración
A pesar de las medidas de contención, muchos oficiales de salud pública sostienen que los detenidos son transportados en colectivos a las instalaciones antes de ser testeados, y que pueden exponerse a contagios durante el viaje. Situaciones similares en el sistema penal estadounidense causaron peligrosos brotes de contagios en prisiones y otros espacios de confinamiento durante el año pasado.
Mientras tanto, y en medio de la preocupación pública sobre la propagación de la variante Delta – una cepa más transmisible del COVID 19 – todo parece indicar que los migrantes detenidos seguirán siendo vulnerables a los brotes hasta que se prioricen las vacunaciones sistemáticas en los centros de detención de inmigración del país.
“Hay personas que entran y salen de las instalaciones, en comunidades donde la vacunación incompleta permite que florezcan estas variantes, y luego las trae dentro de las instalaciones, propagando la variante. Lo que estamos viendo es la combinación de una vacunación insuficiente con la rápida evolución del virus, y es un escenario realmente aterrador”.
Declaró Sharon Dolovich, profesora de derecho y directora del Proyecto “Covid Behind Bars” en la Universidad de California.
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