Los agentes fronterizos en la frontera de México y Guatemala aumentan la seguridad para detener el avance de una caravana de migrantes compuesta de cientos de familias centroamericanas.
Los agentes de inmigración y las fuerzas de seguridad mexicanas intensificaron sus esfuerzos para detener el avance de una multitudinaria caravana de migrantes centroamericanos y caribeños que avanzan hacia la Ciudad de México desde la frontera sur este martes. Familias migrantes enteras, incluidas muchas con niños pequeños, llegaron a dos localidades en el estado sureño de Chiapas, Mapastepec y Escuintla, después de pasar por la localidad mexicana de Tapachula cerca de la frontera con Guatemala, según múltiples fuentes.
La cantidad de niños no acompañados que buscan cruzar la frontera de México y Guatemala para llegar a Estados Unidos ha aumentado dramáticamente desde principios de este año, ya que muchas familias intentan huir de la pobreza, la violencia y los desastres naturales. Este martes, tropas de la Guardia Nacional de México y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) intentaron desmantelar la caravana de migrantes, deteniendo a algunas personas, incluidos menores.
El gobierno mexicano intenta detener el avance de la caravana de migrantes
El gobierno mexicano ha desplegado más tropas en su frontera con Guatemala en un intento por reducir el flujo de migrantes en los últimos meses, presionado por funcionarios estadounidenses para que tomen medidas más enérgicas. La crisis migratoria y humanitaria al interior de México es cada día más grave, especialmente ahora que se redoblaron las deportaciones y los vuelos de expulsión desde Estados Unidos.
Los migrantes expulsados quedan abandonados a su suerte en zonas remotas del país o de su frontera sur. Sin posibilidad de regresar a sus hogares ni respuestas concretas de parte de las autoridades, a muchos no les queda otra opción más que volver a intentar el peligroso viaje hasta la frontera de Estados Unidos.
Mientras tanto, en la frontera, y a pesar de múltiples promesas de trato humanitario, las autoridades mexicanas siguen separando familias y negando asilo a miles de migrantes.
«Se los llevaron», dijo una migrante guatemalteca llamada Bertha sobre sus hijos. Bertha, madre de cinco hijos, se negó a dar su apellido por temor a represalias. Con lágrimas en los ojos, describió cómo las autoridades detuvieron a tres de sus hijos pequeños después de que ella los dejara momentáneamente con otros para ir a comprar comida. La noche anterior, dijo que le quitaron a una de sus hijas.
Varios videos compartidos en línea mostraron altercados entre agentes del INM y algunos migrantes en medio de los esfuerzos del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para contener lo que ha llamado la inmigración «irregular».
Según datos del INM, más de 35.000 menores migrantes han sido identificados por los funcionarios en lo que va de año, un aumento de tres veces respecto al mismo período del año pasado. Aproximadamente un tercio viajaba solo, según mostraron los datos, y la mayoría provenía de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Múltiples caravanas de migrantes en una semana
En la última semana habían salido tres caravanas de migrantes desde Tapachula con varios centenares de migrantes, en su mayoría haitianos, centroamericanos y venezolanos. Las fuerzas de seguridad las recibieron de forma violenta y se hicieron virales varios videos que mostraban agentes migratorios mexicanos pateando y atacando migrantes, hechos que fueron condenados por la ONU.
Cuestionado sobre el tema, AMLO reveló este jueves que la próxima semana enviará una carta a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, para insistir en que atienda las causas de la migración forzada y ofrezca visas temporales de trabajo para centroamericanos.
“Así se lo voy a volver a plantear al presidente Biden la semana próxima a más tardar. Le enviaré una carta porque no podemos solo estar deteniendo, reteniendo, hay que atender las causas”.
Expresó López Obrador durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional.
En Todo Inmigración esperamos que estos hechos sean fuertemente repudiados por el gobierno de los Estados Unidos, que debe tomar medidas que contemplen la seguridad de los migrantes, que se encuentran en situaciones extremadamente vulnerables.
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