Preocupa la situación de los migrantes indocumentados
Los casos de coronavirus no dejan de ascender en los Estados Unidos y el plan para vacunar a millones personas contra el coronavirus se está retrasando pero se espera que la campaña para frenar el virus mejore notablemente dentro de tres meses. Preocupa también la resistencia a la inoculación de migrantes indocumentados.
Dentro de la población en los Estados Unidos, los trabajadores agrícolas se encuentran dentro de los grupos de inmigrantes más vulnerables del país, especialmente los 11 millones que se encuentran indocumentados. Grupos activistas afirman que pueden ser grupos difíciles de alcanzar en la gran campaña de vacunación contra el COVID-19.
Los trabajadores agrícolas han sido considerados trabajadores esenciales, ya que exponen su salud para la producción de alimentos básicos. Este sector productivo enfrenta numerosos desafíos para protegerse a sí mismos y sus familias del coronavirus.
Estados Unidos ha registrado hasta ahora 25 millones de contagios por coronavirus y más de 417.000 muertes, según la Universidad Johns Hopkins. Es por eso que el presidente Joe Biden, en los primeros días de su mandato, además de su propuesta de reforma inmigratoria, dio lugar a un importante plan de vacunación que tiene como objetivo administrar 100 millones de vacunas en los próximos días. La semana pasada, firmó órdenes para aumentar la producción de dosis de dos vacunas que cuentan con aprobación para su uso, además de la producción de otros equipos médicos necesarios para tratar a quienes han contraído el virus.
Desconfianza y preocupación ante la campaña de vacunación
Desde el primer día de su asunción como presidente, Joe Biden impulsó una ambiciosa reforma de inmigración cuyas medidas pretenden reforzar las protecciones para los jóvenes inmigrantes, detener la construcción del muro fronterizo del presidente Donald Trump, entre otras tantas que tienen como objetivo mejorar la situación de los migrantes en los Estados Unidos.
Sin embargo, grupos de migrantes indocumentados temen que la información recabada durante la campaña de vacunación pudiera ser entregada a las autoridades y es por eso que podrían buscar evitar ser inoculados. A su vez, deben tenerse en cuenta las dificultades a las que se enfrentan estos grupos en lo que refiere al manejo del inglés, lo que podría favorecer a la desinformación y desconfianza acerca de la vacuna de reciente aprobación.
Los números de contagiados siguen en aumento: «El avión está en picada y tenemos que detenerlo», afirmó Xavier Becerra, jefe de Servicios Humanos y de Salud. Se espera que con los decretos firmados por Biden la pasada semana el panorama pueda mejorar. El plan de Joe Biden no sólo incluye acciones para acelerar la campaña de vacunación, sino también el aumento del número de pruebas diagnósticas que se realizan.
Todos los grupos de inmigrantes en los Estados Unidos podrían enfrentarse a estas dificultades, pero resulta aún más preocupante la situación de los migrantes de origen latino, dado que componen un significativo porcentaje de la fuerza laboral en industrias con una gran exposición al coronavirus.
La Red Organizadora Nacional de Jornaleros ha utilizado un programa de radio en español en las redes sociales para compartir información sobre el virus durante la pandemia y actualmente, para desacreditar los mitos sobre la vacuna. Muchos de quienes producen este programa son migrantes y trabajadores de bajos ingresos.
Blanca Flores, inmigrante colombiana con residencia legal e integrante de la Alianza Nacional de Campesinas, dijo que muchas de las mujeres con las que trabaja en las zonas rurales de Homestead, Florida, creen que toda información personal que provean en la campaña de vacunación podría ser utilizada en su contra.
Para lograr alcanzar la equidad en el acceso a la salud, Joe Biden firmó un decreto para crear una unidad de trabajo centrada en asignar recursos en comunidades marginadas, ya que el coronavirus ha atacado de manera particular a las minorías étnicas y raciales residentes en Estados Unidos. De esta forma, se incrementará el acceso a pruebas, vacunas y equipo de protección en estos sectores.
La inoculación efectiva de la mayor parte de la población mundial permitiría poner freno al avance de la pandemia. Resulta significativo que la aplicación de la vacuna sea asegurada a los inmigrantes indocumentados garantizando que no habrá represalias vinculadas a la falta de papeles.
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