La única forma de salir adelante es estudiando

Tengo 49 años. Soy originario de Mexicali, México, y llegué a Fresno, California, en donde trabajé mis primeros dos años como pizcador de algodón. Además fui pintor y soldador. En 1987 salté la reja fronteriza a los Estados Unidos por un mejor futuro. Entonces tenía 19 años.
La policía de la frontera me capturó y envió de regreso pero más tarde volví a intentarlo y lo logré. Eso era solo el principio, ya que no tenía dinero, y en ese entonces no sabía hablar inglés. Mi primer hogar en EEUU era una casa móvil revestida en madera simple, y después compartí un departamento de una habitación con cinco miembros de mi familia.
Tras estudiar psicología, en 1999 ingresé en la Escuela de Medicina de Harvard. En la actualidad realizo más de 300 neurocirugías al año, en todas partes del mundo. Desde Jacksonville, Florida, donde resido.
Entre otros logros, he recibido el Premio Ronald Bittener de la American Association of Neurological Surgerons. Soy padre de tres hijos, a quienes les inculco que lo que hagas, hazlo con pasión y todo sale bien. Debemos convertir la energía negativa en positiva, digámosle a la juventud que la única forma de salir adelante es estudiando, sigan preparándose.