El muy criticado procedimiento de deportación rápida volverá a aplicarse en la frontera sur para expulsar a algunas familias migrantes por fuera del protocolo establecido por el Título 42.
Este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que se planea volver a aplicar el sistema de deportación rápida en la frontera de México y Estados Unidos. Este procedimiento se aplicará para algunos grupos familiares que no son expulsados por el protocolo sanitario que establece el Título 42.
La administración Biden reiteró su mensaje a los migrantes la semana pasada: “No vengan”. Y el presidente Joe Biden insistió en que no deberían intentar el cruce, agregando que su administración está trabajando duro para atacar las raíces del problema migratorio.
“Intentar cruzar a los Estados Unidos por fuera de los puertos de entrada, o buscar evitar la inspección en los puertos no es la forma correcta de ingresar a los Estados Unidos. Este tipo de actos son peligrosos y pueden conllevar perjuicios migratorios de largo plazo para los individuos que los intentan.”
Declaró el DHS en un comunicado este lunes.
Una crisis humana en marcha que parece imposible de detener
Durante el fin de semana, Brian Hastings, el supervisor de la Patrulla Fronteriza en el Valle de Río Grande, declaró que las detenciones de migrantes en la frontera de Estados Unidos se dispararon enormemente las últimas semanas. Hastings señaló que se arrestaron más de 20,000 migrantes solamente en el lapso de una semana en su sector de la frontera.
Las detenciones en la frontera han aumentado durante los últimos meses, amenazando repetir los niveles de la crisis migratoria del año 2000. Solamente en Junio, se detuvieron a más de 50,000 familias migrantes, según los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
La aplicación de la deportación rápida en la frontera sur
Durante la era Trump, miles de migrantes en la frontera de Estados Unidos sufrieron las terribles consecuencias de la deportación rápida, luego de ser aprehendidos intentando cruzar por fuera de los puestos fronterizos. Miles de familias fueron separadas debido a esta política, un daño que todavía la administración demócrata trabaja por reparar.
El gobierno de Biden redujo sustancialmente la aplicación del sistema de deportación rápida bajo el Título 42, aunque no lo eliminó por completo. Con una preocupación creciente por el gran número de migrantes que piden asilo en los Estados Unidos, durante los últimos meses el gobierno dependió enormemente de la ayuda de organizaciones no gubernamentales que asistieron a los migrantes y ayudaron con el procesamiento.
Sin embargo, y a pesar de las críticas por parte de muchos grupos pro-inmigración, nunca se abandonó la deportación rápida en la frontera, que permaneció bajo la orden sanitaria establecida por el Título 42, una medida avalada por el Centro de Enfermedades Infecciosas (CDC) durante la pandemia.
Los migrantes que llegan a la frontera y son expulsados mediante este sistema no pueden solicitar asilo formalmente, por lo que nunca ingresan al sistema. Desde ahora, también se aplicará una política de deportación rápida que se usó de forma excesiva durante la era Trump y que no depende de la orden sanitaria emitida por el CDC.
Un triste panorama para las familias migrantes en la frontera de Estados Unidos
Miles de migrantes huyen de terribles condiciones de vida en sus países de origen o escapan de desastres naturales y el crimen organizado. Las solicitudes de asilo son una oportunidad para acceder a una nueva vida digna en los Estados Unidos, pero debido a los protocolos de deportación rápida son pocos los que pueden pedir refugio en el país.
Una vez que el caso llega a las cortes migratorias, los migrantes tienen una oportunidad de ganar sus casos. Sin embargo, los casos pueden tomar meses o años hasta resolverse, debido a la enorme lista de espera de solicitudes que procesa el colapsado sistema migratorio.
En Todo Inmigración creemos que la oportunidad de hacer un cambio es ahora, sin una verdadera reforma migratoria, no es posible alcanzar justicia para las miles de familias migrantes que sufren las consecuencias de la deportación rápida y la imposibilidad de reclamar asilo por las vías legales principales.
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