Llegué a la Gran Manzana a los cinco años, tras cruzar la frontera con México por debajo de una cerca. Soy el primer abogado ‘sin papeles’ que ejerce como tal en NY. Hoy, a mis 33 años, defiendo a miles de otros inmigrantes indocumentados como yo.
Yo sé que algún día prestaré juramento como ciudadano estadounidense. Pero no necesito un papel que me diga que soy estadounidense. Lo soy, y voy a luchar por el derecho de todos de conseguir su sueño americano.
Tras graduarme como abogado, me enfrascó en una batalla legal de cuatro años para poder ejercer en Estados Unidos. Hace un año lo logré, y me convertí en el primer abogado abiertamente indocumentado de Nueva York. Fue una gran victoria. El estado de Nueva York enfrentó al gobierno federal y dijo que no importaba mi estatus migratorio, podía ser un abogado.
Entré en Estados Unidos como indocumentada y alcancé la cima
Nací en Taxco (en el estado mexicano de Guerrero) y entré en Estados Unidos como indocumentada cuando aún era una adolescente. Llegué a comprar documentos