Cientos de migrantes deportados por Estados Unidos han sido empujados hasta la frontera de México y Guatemala, dejándolos varados en regiones remotas lejos de sus hogares.
Cientos de migrantes centroamericanos deportados a México han sido forzados inmediatamente por las autoridades mexicanas a una parte remota de Guatemala, dejándolos varados sin un lugar donde quedarse y sin forma de regresar a sus países de origen.
La semana pasada, el gobierno de Biden inició los vuelos de deportación a México, que llevan a los migrantes expulsados hasta la ciudad de Villahermosa, en el sur del país, en un intento por disuadir a los que cruzan la frontera repetidamente. México acordó aceptar esos vuelos y dijo que permitiría solicitar asilo a quienes temían persecución en sus países de origen.
Pero los migrantes, en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, describen el proceso como una caótica serie de expulsiones, primero de Estados Unidos en aviones y luego de Villahermosa a Guatemala en autobús. Muchos declaran que nunca se les dio la oportunidad de pedir asilo en México, e incluso fueron expulsadas madres con hijos menores de un año.
¿Qué ocurre realmente con los deportados a México desde Estados Unidos?
Cuando llegaron a El Ceibo, un pequeño pueblo del lado guatemalteco en la frontera de México y Guatemala, rodeado por vastas extensiones de tierras de cultivo y selva, se les ordeno que comenzaran a caminar hacia el sur. El albergue Casa del Migrante en El Ceibo, que tiene una capacidad para 30 personas, se ha visto abrumado, ya que más de 300 migrantes deportados a México han llegado al pueblo desde el viernes. El refugio ha implementado un límite de dos noches para aquellos que acepta.
“Los agentes no nos dijeron a dónde nos llevaban y luego, cuando el autobús cruzó a Guatemala, dijeron: ‘Está bien, eso es todo, lárgate’. No sabemos dónde vamos a dormir mañana”
Declaró Jennifer, una salvadoreña de 24 años del departamento de Morazón, que viajaba con su hijo de 9 meses.
La administración Biden dice que los vuelos de expulsión de Estados Unidos a México están justificados por una orden de salud pública del Título 42, que efectivamente ha cerrado la frontera a los solicitantes de asilo y otros migrantes durante la pandemia. Pero el destino de los cientos de migrantes deportados a México muestra el verdadero costo humano de las políticas migratorias restrictivas de los Estados Unidos.
La administración Biden busca prevenir una mayor crisis migratoria sin tener en cuenta los costos humanitarios de sus políticas
El presidente Biden criticó las políticas restrictivas de inmigración de la administración Trump, incluida su política de «Permanecer en México«, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en el norte de México sus citas en la corte migratoria. Pero recientemente ha decidido mantener políticas de exclusión tales como la orden sanitaria conocida como Título 42.
Biden ha suspendido un «acuerdo cooperativo de asilo» con Guatemala que envió solicitantes de asilo centroamericanos a la ciudad de Guatemala en busca de refugio. Pero los migrantes deportados a México que llegan a El Ceibo se encuentran en una situación más difícil, abandonados en una de las zonas más remotas de la región.
“Los están engañando, porque en México les dicen que en El Ceibo habrá un bus que los llevará a sus países. Son mentiras. Cuando llegan dicen: ¿Dónde está el autobús? ¿A dónde voy para ir a mi país?”
Declaró Natalia Lorenzo, quien trabaja para la Defensoría del Pueblo del Gobierno de Guatemala en Petén, departamento donde se encuentra El Ceibo.
Andrés Toribio, quien dirige el albergue en El Ceibo, dijo que estaba conmocionado por la llegada repentina de cientos de migrantes de Estados Unidos. El área se conoce principalmente como un punto de cruce para los migrantes que son contrabandeados hacia el norte y un punto de tránsito de drogas. Solo el lunes por la noche llegaron al menos siete autobuses con personas que habían sido expulsadas de Estados Unidos.
“Estas son personas cuyos derechos fueron violados. No se les otorgó el derecho a solicitar asilo ni en Estados Unidos ni en México. Luego terminan aquí en un lugar sin casi nada para ellos, sin organizaciones que trabajen con migrantes”.
Declaró Toribio.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) increpó a México sobre la situación descripta por los deportados. Las autoridades mexicanas no respondieron a las preguntas sobre los autobuses a El Ceibo o la incapacidad de los migrantes para buscar refugio en México. Recientemente, la Cancillería mexicana dijo en un comunicado que “busca brindar protección y asistencia a las personas que transitan por territorio mexicano”.
Comentarios