Los trabajadores sociales quieren ayudar a que las familias migrantes separadas durante la administración Trump puedan superar el trauma y salir adelante.
De muchas maneras, el gobierno de Biden está tratando de dar marcha atrás con las políticas abusivas que sufrieron los migrantes durante la administración Trump. En esta ocasión, se está tratando de ayudar a las familias migrantes separadas mediante la asistencia y el acompañamiento de trabajadores sociales para que puedan superar el trauma y rearmar su vida.
Hasta ahora, el trabajo había sido virtual debido a la pandemia de Covid 19. Sin embargo, muchas familias no habían podido ni siquiera ser contactadas. Es por eso que ahora los trabajadores sociales están tratando de rastrearlos puerta por puerta. Tienen la esperanza de que de esta manera podrán llegar a las más de 200 familias migrantes separadas que aún no se han enterado de los servicios que ofrecen.
Desde que asumió, el gobierno de Biden se ha preocupado por la situación que vive la comunidad migrante. No solo ha emitido una orden ejecutiva para lograr la reunificación de las familias migrantes separadas durante la administración anterior si no que también ha procurado que mientras esperan que se resuelva su situación legal, lo hagan en las mejores condiciones posibles. Por eso, ha tratado de evitar a toda costa el hacinamiento en los centros de detención fronterizos.
Sin embargo, la administración informó ayer que más de 2.100 familias migrantes separadas durante la administración Trump aún no han logrado reunirse. Muchas de ellas llevan ya más de 3 años desde su separación. Y en muchos casos, las que tuvieron la suerte de poder volver a unirse, aún no logran superar la angustia vivida. Se trata de un tema que ha desaparecido de los titulares pero que es tan urgente como siempre y sigue doliendo en los corazones.
Trabajo puerta a puerta para ayudar a las familias migrantes separadas
Desde el mes pasado, distintos grupos de trabajadores sociales van de puerta en puerta para encontrar familias migrantes separadas a las que aún no han podido llegar de manera virtual. El objetivo es brindarles acompañamiento terapéutico y herramientas para poder superar el trauma vivido. La medida fue ordenada por un juez federal quien consideró necesario el acercamiento debido al “trauma mental severo” sufrido como consecuencia de las separaciones.
‘El trabajo empieza con el trauma que sufrieron debido a la separación’, explican Ledesma, Allen y Oyarzabal, trabajadoras sociales de Seneca, una organización sin fines de lucro. Hasta ahora, principalmente a través de llamadas, Seneca se ha conectado con más de 1.000 familias y alrededor de 250 han aceptado los servicios, incluida la terapia para padres e hijos.
Los síntomas de las familias se manifiestan de diferentes maneras, entre ellas “el sentimiento de culpa de los padres por lo sucedido, no poder hablar con sus hijos sobre la experiencia que vivieron”, dijo Oyarzabal. «Sufren depresión y ansiedad y eso necesita asistencia, acompañamiento terapéutico.»
Esos síntomas y otros están en un folleto que el equipo, y otros colegas en otros lugares a lo largo de su ruta, publican en cualquier lugar que puedan, incluidos mercados y restaurantes. Una pista, un vistazo rápido al folleto puede resultar en que toda la familia solicite ayuda.
Además de distribuir los folletos, los trabajadores sociales se presentan a las puertas de más de 200 hogares con la esperanza de que salgan las familias a las que aún no se ha llegado de ninguna forma e informarlas sobre los servicios de acompañamiento.
‘Estamos aquí para ayudarlos’ es la carta de presentación.
Para los trabajadores de extensión de Seneca, la experiencia es estresante y hay mucho en juego. Pero todo tiene una buena razón. El hecho de saber que hay familias que ya están siendo asistidas por estos servicios los impulsa a seguir adelante.
“Somos felices cuando vemos a las familias en persona y ellos nos ven, ven que somos reales y que estamos aquí para ayudarlos”, contó emocionada Ledesma. «Es simplemente una conexión diferente la que haces con las familias cuando te las encuentras».
En muchos casos, las personas que sufrieron las separaciones también se alegran y emocionan de encontrarse con los trabajadores que los están ayudando.
“Lo que nos pasó fue muy duro. Pero gracias a las organizaciones y a Dios podemos atravesarlo mejor ” compartió Luis quien estuvo separado de su hijo Luis Jr. durante 44 días en 2018.
¡Nos alegra profundamente compartir esta noticia y agradecemos mucho el compromiso de los trabajadores sociales! Esperamos que todas las familias migrantes separadas puedan volver a unirse y superar poco a poco los momentos difíciles que desgraciadamente tuvieron que vivir. Sabemos que son fuertes y que saldrán adelante como lo hicieron hasta ahora. ¡Cuentan con nuestro apoyo!
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